Core debe su nombre a su núcleo estructural que se comporta como una columna vertebral al centro del edificio y que le brinda la rigidez necesaria para llegar a la altura de 38 niveles. Ello le proporciona estabilidad a la torre y una enorme flexibilidad en el diseño de los espacios interiores.
Esta singular forma cilíndrica genera una presencia única en contraposición con los desarrollos de vivienda tradicionales, lo que generará que el edificio se convierta en un verdadero ícono. Su forma, con relación a los desarrollos vecinos, además de no afectar sus vistas, permite perspectivas dinámicas variables y diferentes.